El Conjunto Monumental de Igartza, ubicado a la entrada de Beasain, es un tesoro histórico que invita a los visitantes a explorar su rica herencia cultural. Este impresionante conjunto arquitectónico se compone de varios edificios emblemáticos que datan de diferentes épocas, cada uno con su propia historia que contar.
El origen de Igartza se remonta al siglo XII, cuando en lugar del actual Palacio se erguía una Casa-torre defensiva, diseñada para proteger a sus habitantes en tiempos de conflictos entre banderizos. A lo largo de los años, los señores de Igartza decidieron construir el Palacio en el siglo XVI, rodeándolo de las instalaciones necesarias para su funcionamiento. Así, se levantaron el molino, la ferrería, el lagar (prensa de manzana), la casa del molinero, la casa del herrero con sus establos, y un puente que unía todas estas construcciones, formando un conjunto armónico y funcional.
El Palacio de Igartza, con su arquitectura imponente, refleja el estilo de su época y ofrece una visión fascinante de la vida de sus antiguos moradores. La ermita cercana, el molino que aún conserva su maquinaria y la ferrería son testigos de la actividad económica y social de la zona a lo largo de los siglos.
Los visitantes pueden conocer más sobre este legado histórico a través de visitas guiadas, que ofrecen una experiencia enriquecedora para entender la importancia de Igartza en la historia de la región. Además, el conjunto organiza exposiciones y conferencias que permiten profundizar en temas relacionados con su patrimonio cultural y natural.
Si deseas explorar el Conjunto Monumental de Igartza, el Hotel Salbatore en Beasain es el lugar ideal para tu estancia. Con 14 habitaciones confortables, WIFI gratuito y un ambiente acogedor, el hotel te brinda un alojamiento perfecto tras un día de descubrimientos. Su restaurante ofrece un menú del día y un delicioso desayuno continental, lo que te permitirá recargar energías para continuar tu aventura en esta histórica región.
Desde el Hotel Salbatore, tendrás fácil acceso al Conjunto Monumental de Igartza y a otras maravillas de Beasain, asegurando una experiencia inolvidable llena de cultura, historia y naturaleza.
Hotel sencillo, para dormir y descansar no hay que pedir más, gente extraordinaria, muy amable, hiper profesionales, buen servicio de comedor, ubicación idónea si se quiere visitar el País Vasco, a una hora en coche de todos los sitios importantes para visitar. Volveré.
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Fuimos a este hotel para un torneo. El personal lo mejor, super amables y encantadoras, nos atendieron genial. El restaurante nos sorprendió, buena comida con raciones bastante generosasa un precio asequible. Habitaciones limpias y cómodas.
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